viernes, 9 de marzo de 2018

Firme

Tic, tic, tic, tic

Golpea el caño de la sombrilla contra el de la reposera. Saca el arena del hueco y vuelve a clavarlo en el suelo. Lo clava y lo gira con sus muñecas que a la vez giran sus hombros.

Tic, tic, tic ,tic

Lleva un reloj rojo en el brazo derecho. También una cruz dorada que le cuelga del cuello en posición recta cuando él está inclinado, clavando el caño de la sombrilla en la arena.

Tic, tic, tic, tic

Por encima del elástico de la malla negra se reposa su panza. No le cuelga cuando está inclinado, se mantiene firme. Firme y peluda. Mientras hunde el caño, y gira sus muñecas y sus hombros, pone cara de sufrimiento.

Tic, tic, tic, tic

Como si le perdiera el tiempo al grito del heladero, heladero que lleva guitarra, suenan los golpes en el caño de la reposera otra vez. Como si el heladero no lo escuchara, y seguro que no lo hace porque todavía está lejos, rasguea la guitarra sin tiempo ni acorde. Sin relación alguna con su grito de venta y con una bolsa de nylon que cubre el clavijero.

Tic, tic, tic, tic

Le saca el arena del hueco al caño por última vez. Lo da vuelta, lo entierra de otro lado que tiene punta y arrastra con el pie la arena que lo va a mantener firme. Firme la sombrilla, como su panza encima de su malla, como él mismo va a estar en esa reposera ya debajo de la sombra por un rato... Tan firme la sombrilla que él se va a ir con un bolso hasta la avenida y la va a dejar con la reposera en la arena. Ya construyó.

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